a mitad de camino entre la infancia y la adultez, la adolescencia se caracteriza por acelerados cambios, que incluyen el crecimiento físico-hormonal y el desarrollo psicológico, este proceso implica:
- una crisis de identidad
- nuevas formas de pensamiento que lo van acercando al pensamiento adulto
- el desempeño de nuevos roles sociales
- la incertidumbre frente a las nuevas posibilidades que se abren en la vida.
Es difícil establecer un limite preciso para este periodo. comienzan con los cambios que ocurren en la pubertad (entre los 12 y los 14 años) y termina alrededor de los 20 años, cuando se ha alcanzado el completo crecimiento y desarrollo que supone la independencia afectiva y económica de los padres. Esta etapa puede ser mas larga o mas corta, según las personas y las situaciones socio-familiares que les toque vivir a cada uno.
El grupo económico es un factor que incide en este proceso. los niños pertenecientes a sectores mas pobres son frecuentemente empujados a asumir tempranamente responsabilidades adultas, como cuidar a sus hermanitos mas pequeños, o trabajar para colaborar con el sostenimiento del hogar.
Obligados por las circunstancias a "ser grandes", su vivencia de esta etapa es fundamentalmente diferente a la de otros adolescentes cuya situación socio familiar les permite vivir con mayor tranquilidad la transición de niños a adultos.
Es posible que hayamos escuchado a nuestros abuelos afirmar que en su época "la adolescencia no existía", que al cumplir quince años los varones empezaban a usar pantalón largo y comenzaban a asumir responsabilidades de adultos. esto es en parte cierto, porque a medida que las sociedades se vuelven mas complejas esta etapa se va alargando ya que las personas necesitan capacitarse mas y durante mas tiempo para ingresar a la vida adulta. Pos otro lado, la democratizacion de las relaciones familiares de las ultimas décadas, ha permitido la libre exprecion de las dudas, miedos y rebeldías que toda persona vive al llegar a la adolescencia.
ETAPAS DE CAMBIOS
Los cambios físicos y emocionales que se producen durante la adolescencia son muy intensos.
El adolescente, esta compenetrado en el desarrollo de su cuerpo y se preocupa intensamente por todo lo que considera defecto o imperfección corporal. Se mira con mucha frecuencia en el espejo comparándose con sus pares, buscando descubrir en su propio cuerpo el secreto de quien es. Cuando los cambios de su cuerpo se atrasan en relación con los de la mayoría, los adolescente se preocupan. Muchos piensan que no serán como los demás. Les cuesta aceptar que los diferentes ritmos de crecimiento son normales. Se sienten incómodos con el nuevo cuerpo que se va formando y sienten tristeza por la perdida del cuerpo infantil.
Durante esta etapa se pierde el tipo de vinculo de dependencia que sentían con los padres. Este vinculo es sustituido por nuevas relaciones sociales.
Frentes a estas perdidas normales, surjen muchas veces sentimientos de inseguridad y confusión, de soledad y desamparo.
Como el adolescente necesita autoafirmarse, cobra importancia el grupo de pares, con su lenguaje propio, su vestimenta, sus formas de llamar la atención -a veces adoptando conductas nocivas como fumar o beber-. Confundidos y desilusionados del mundo adulto necesitan alejarse violentamente de este y ser originales. Por eso, son generalmente rebeldes, como forma de oponerse o resistir la "fallada sociedad adulta". En muchos casos son invadidos por un fuerte deseo de cambiar esta "sociedad imperfecta".
Estos cambios tornan inestable el humor del adolescente. Pasan momentos de gran excitación en los que sienten que lo pueden todo, y momentos en los que quieren estar solos, replegados en su mundo interno,, con ganas de llorar sin saber porque, con miedo a fracasar.
Sus metas ideales son, generalmente, muy altas, aspiran a ser personas importantes en algún campo de la actividad humana.
El conflicto central del adolescente es saber quien es en medio de un torbellino de sensaciones y cambios. El cuestionamiento permanente propio de esta etapa, es ya una parte importante en el camino de adquisición de una nueva identidad.
Algunos adolescentes viven el cambio como intolerable e intentan desesperadamente que todo siga igual. perciben el cambio como una amenaza para su propia identidad.
Durante todo este proceso de búsqueda de identidad, los padres, el grupo de pares y la sociedad en general juegan un papel muy importante. El desarrollo interno del adolescente avanza y retrocede. Por momentos, se identifica con la comunidad en general y acepta, temporariamente, ser un simple adolescente dentro de un grupo de personas que están en camino de ser adultos. En otros momentos, se aferra a ese mundo transitorio de los adolescentes, en su rebeldía, en su forma de vestir, etcétera. Otras veces, se refugia en la familia.
El adolescente que evoluciona normalmente, no queda anclado en ninguno de estos tres ámbitos ni siente de una sola manera. Por momentos se siente atormentado y considera que nadie puede ayudarlo. En otros, encuentra su camino hacia adelante a través de las relaciones intimas con el otro sexo, el progreso en la escuela, el trabajo.
Para que el adolescente se desarrolle plenamente en este camino de ser adulto, debe permitirse soñar, interesarse en el arte, la literatura, las cuestiones sociales. Debe permitirse experimentar aquellas sensaciones -como la ternura- asociadas con volver a ser niño y que, habitualmente son vividas como aspectos que lo amenazan con volver atrás. Estas idas y vueltas a las sensaciones infantiles son las que realmente lo ayudan a crecer. generalmente, los adolescentes creen que para crecer tienen que avanzar sin piedad, volverse hábiles, tener éxito. sin embargo, aceptar y hablar sobre los sentimientos que el piensa que lo vuelven a la infancia -como los recuerdos del pasado, el apego a su familia, la sensación de debilidad frente al mundo- lo llevan hacia el mundo adulto.
El adolescente vive en una paradoja permanente. Por un lado siente que tiene que perderlo todo, y por otro, se siente impotente para hacerlo. Para poder liberarse de esas sensaciones, debe ir aceptando paulatinamente la natural dependencia del hombre para con la vida, la debilidad propia del ser humano,-lo que no significa que sea impotente-, y redescubrir los objetos del mundo para poder actuar en el con autonomía.
Para el logro de un desarrollo armónico, los demás son una parte importante. Es conveniente que el adolescente conozca como los otros lo ven, y reconozca como ve el a los demás. La escuela puede ayudar a construir estas nociones a través del trabajo en grupos y del dialogo profundo y sincero. La experiencia de compartir su propia adolescencia con otros chicos de la misma edad le permite saber que piensan sus compañeros, quienes son sus ídolos y porque, que valoran de ellos, e ir descubriendo cuales son sus propio valores y saber que hay distintos puntos de vista que hay que oír y respetar.
ETAPAS DE CAMBIOS
Los cambios físicos y emocionales que se producen durante la adolescencia son muy intensos.
El adolescente, esta compenetrado en el desarrollo de su cuerpo y se preocupa intensamente por todo lo que considera defecto o imperfección corporal. Se mira con mucha frecuencia en el espejo comparándose con sus pares, buscando descubrir en su propio cuerpo el secreto de quien es. Cuando los cambios de su cuerpo se atrasan en relación con los de la mayoría, los adolescente se preocupan. Muchos piensan que no serán como los demás. Les cuesta aceptar que los diferentes ritmos de crecimiento son normales. Se sienten incómodos con el nuevo cuerpo que se va formando y sienten tristeza por la perdida del cuerpo infantil.
Durante esta etapa se pierde el tipo de vinculo de dependencia que sentían con los padres. Este vinculo es sustituido por nuevas relaciones sociales.
Frentes a estas perdidas normales, surjen muchas veces sentimientos de inseguridad y confusión, de soledad y desamparo.
Como el adolescente necesita autoafirmarse, cobra importancia el grupo de pares, con su lenguaje propio, su vestimenta, sus formas de llamar la atención -a veces adoptando conductas nocivas como fumar o beber-. Confundidos y desilusionados del mundo adulto necesitan alejarse violentamente de este y ser originales. Por eso, son generalmente rebeldes, como forma de oponerse o resistir la "fallada sociedad adulta". En muchos casos son invadidos por un fuerte deseo de cambiar esta "sociedad imperfecta".
Estos cambios tornan inestable el humor del adolescente. Pasan momentos de gran excitación en los que sienten que lo pueden todo, y momentos en los que quieren estar solos, replegados en su mundo interno,, con ganas de llorar sin saber porque, con miedo a fracasar.
Sus metas ideales son, generalmente, muy altas, aspiran a ser personas importantes en algún campo de la actividad humana.
El conflicto central del adolescente es saber quien es en medio de un torbellino de sensaciones y cambios. El cuestionamiento permanente propio de esta etapa, es ya una parte importante en el camino de adquisición de una nueva identidad.
Algunos adolescentes viven el cambio como intolerable e intentan desesperadamente que todo siga igual. perciben el cambio como una amenaza para su propia identidad.
Durante todo este proceso de búsqueda de identidad, los padres, el grupo de pares y la sociedad en general juegan un papel muy importante. El desarrollo interno del adolescente avanza y retrocede. Por momentos, se identifica con la comunidad en general y acepta, temporariamente, ser un simple adolescente dentro de un grupo de personas que están en camino de ser adultos. En otros momentos, se aferra a ese mundo transitorio de los adolescentes, en su rebeldía, en su forma de vestir, etcétera. Otras veces, se refugia en la familia.
El adolescente que evoluciona normalmente, no queda anclado en ninguno de estos tres ámbitos ni siente de una sola manera. Por momentos se siente atormentado y considera que nadie puede ayudarlo. En otros, encuentra su camino hacia adelante a través de las relaciones intimas con el otro sexo, el progreso en la escuela, el trabajo.
Para que el adolescente se desarrolle plenamente en este camino de ser adulto, debe permitirse soñar, interesarse en el arte, la literatura, las cuestiones sociales. Debe permitirse experimentar aquellas sensaciones -como la ternura- asociadas con volver a ser niño y que, habitualmente son vividas como aspectos que lo amenazan con volver atrás. Estas idas y vueltas a las sensaciones infantiles son las que realmente lo ayudan a crecer. generalmente, los adolescentes creen que para crecer tienen que avanzar sin piedad, volverse hábiles, tener éxito. sin embargo, aceptar y hablar sobre los sentimientos que el piensa que lo vuelven a la infancia -como los recuerdos del pasado, el apego a su familia, la sensación de debilidad frente al mundo- lo llevan hacia el mundo adulto.
El adolescente vive en una paradoja permanente. Por un lado siente que tiene que perderlo todo, y por otro, se siente impotente para hacerlo. Para poder liberarse de esas sensaciones, debe ir aceptando paulatinamente la natural dependencia del hombre para con la vida, la debilidad propia del ser humano,-lo que no significa que sea impotente-, y redescubrir los objetos del mundo para poder actuar en el con autonomía.
Para el logro de un desarrollo armónico, los demás son una parte importante. Es conveniente que el adolescente conozca como los otros lo ven, y reconozca como ve el a los demás. La escuela puede ayudar a construir estas nociones a través del trabajo en grupos y del dialogo profundo y sincero. La experiencia de compartir su propia adolescencia con otros chicos de la misma edad le permite saber que piensan sus compañeros, quienes son sus ídolos y porque, que valoran de ellos, e ir descubriendo cuales son sus propio valores y saber que hay distintos puntos de vista que hay que oír y respetar.
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